Chile consiguió uno de los triunfos más importantes de su historia: derrotó por vez primera a España (2-0) y, de paso, aseguró su clasificación a los octavos de final del Mundial de Brasil, sentenciando la suerte de los ibéricos, campeones defensores y que tras dos derrotas, le dijeron adiós a la máxima cita planetaria.
Lo curioso es que la “Roja” no jugó el mejor de sus partidos. Aunque se fue al descanso en cómoda ventaja, el combinado nacional careció de lo mejor que sabe hacer: hilar jugadas colectivas.
El gran fuerte de Chile en la etapa inicial fue su solidez defensiva. Pese a haber jugado con línea de tres, la “Roja” demostró solvencia y no dejó pasar ni el viento. Gary Medel, la figura del encuentro, personificó la contundencia de la última línea nacional, impermeable a pesar de algunas llegadas con peligrosidad de la selección española.
Daba la impresión de que Chile se “soltaría” luego de conseguir la ventaja, pero no. Luego del tanto de “Edu” se vieron más pelotazos que juego asociado, situación que aprovechó España para seguir controlando el dominio de la pelota. Sin embargo, Chile pegaría el golpe de K.O. cuando los hipanos menos se lo espraban.
Fue cerca del final del primer lapso, cuando Charles Aráguiz agarró en el área una pelota a tres dedos para hacer estéril la volada de Casillas. Era el 2-0 y la tarea, a esa altura, estaba más que hecha: Chile se aproximaba a octavos de final. Estaban cerca de hacer historia.
JERARQUÍA
Como era de esperarse, España salió con todo en el segundo tiempo. Y tuvo una opción clarísima, pero Sergio Busquets la desperdició de manera increíble cuando era más fácil echarla adentro que afuera. De ahí en más, todo sería para la “Roja”.
Chile jugó un segundo tiempo tácticamente perfecto y eso se tradujo en que los ibéricos prácticamente nunca llegaran con peligro. Y las veces que España fue capaz de traspasar la última línea nacional, apareció la inmensa figura de Claudio Bravo, quien tapó varias voces críticas con tapadas de antología, como la que le hizo a Santi Cazorla en un disparo que parecía se colaba en el ángulo. A mano cambiada, el capitán chileno dijo otra cosa. Fin de la historia. De manera fantástica, con mucha autoridad y contundencia, Chile clasificó a octavos de final del Mundial, y por primera vez, jugará su último partido de grupo sin la calculadora en la mano. De paso, el equipo de Jorge Sampaoli se cobró revancha de España, eliminando a los actales campeones del mundo, demostrando, sea dicho de paso, que “Roja” hay una sola: la de Chile.
INCONDICIONALES
Si la fiesta se instaló en Río de Janeiro, Rancagua tampoco quiso ser menos. Cientos de hinchas se apostaron en la Plaza de Los Héroes para seguir, vía pantalla gigante, el duelo contra España. Los habituales gritos por O’Higgins se intermcabiaron por sonoros “C-H-I” en apoyo de la “Roja”, que no los defraudó. Tras el cotejo, las principales arterias de la capital regional se tiñeron de rojo para celebrar un triunfo histórico, de esos que muy rara vez se dan. “Ciudad Celeste” se convirtió en una verdadera marea roja.
Chile (2): Claudio Bravo; Gary Medel, Francisco Silva y Gonzalo Jara; Mauricio Isla, Marcelo Díaz, Arturo Vidal (88’ Carlos Carmona), Charles Aránguiz (63’ Felipe Gutiérrez) y Eugenio Mena; Alexis Sánchez y Eduardo Vargas (84’ Jorge Valdivia). DT: Jorge Sampaoli.
España (0): Íker Casillas; César Azpilicueta, Javi Martínez, Sergio Ramos y Jordi Alba; Sergio Busquets, Xabi Alonso (46’ Koke) y Andrés Iniesta; David Silva, Diego Costa (63’ Fernando Torres) y Pedro Rodríguez (75’ Santi Cazorla). DT: Vicente del Bosque.
Goles: 0-1, 20’ Eduardo Vargas; 0-2, 43’ Charles Aránguiz.
Árbitro: Mark Geiger (Estados Unidos).
Estadio: Maracaná.
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| Figura Capo de Provincia: Gary Medel (CHI). |
Edición | Nadia Saldaña C.
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