Cuando se intenta ser local

O'Higgins en su primer partido "clase A" no pasó la prueba en seguridad y los resultados terminaron perjudicando a su propia gente...

Por Manuel Toro B.

Los celestes debutaron como local en el Transición frente a Colo Colo, partido siempre especial dado que es una de las pocas ciudades donde los albos no son locales. Por ello, la expectación y la afluencia de público rancagüino sería alta. Jugar de local siempre tiene un plus, ya que estás en tu casa, en confianza y con tu gente, lo que hace que el equipo se sienta plenamente respaldado. Lamentablemente, lo ocurrido el día domingo fue completamente lo opuesto.

No sólo la prensa tuvo los recurrentes problemas que suscitan en estas instancias, como por ejemplo el poder estacionarse en un lugar seguro, ingresar equipos y trabajar en zona mixta, sino que también el propio hincha de O'Higgins tuvo que sufrir una exhaustiva revisión, sin importar si eran niños, niñas, tercera edad, etc. Al llegar al recinto, la Trinchera Celeste (barra oficial) tuvo que entregar todas sus herramientas de entretenimiento y apoyo al club a la policía, situación que pudimos evidenciar y que tomó más de 45 minutos, entregando como resultado ninguna observación anormal y sólo dejando entrar papel picado, rollos de papel y un bombo, dejando los instrumentos, como trompetas y murgueros, fuera de la autorización.

Ya en cancha, y a minutos de comenzar el partido, el espectáculo que se transmitió a nivel nacional fue una vergüenza, vergüenza por ver lo fácil que resulta a hinchas visitantes vulnerar las revisiones de los guardias y carabineros en su sector, pudiendo ingresar todo tipo de elementos prohibidos al estadio El Teniente y hacer uso de ellos durante todo el trámite del partido.

Extrañez causó que nunca fuera anunciado por altoparlante, posibles sanciones al club capitalino, o la posibilidad de dar por terminado el encuentro, cosa que ha ocurrido en variadas ocasiones hacia el propio público celeste.

¿Qué le decimos ahora al abuelo o abuela que no puede entrar su termo al estadio, al que no puede ingresar un paragüas cuando llueve, a los niños y niñas que no pueden ingresar sus juguetes o a los hinchas que fueron registrados completos y se les prohibió el uso de elementos para cantar y hacer sentir la localía de manera responsable?

Cuando muchos queremos que esto sea una fiesta y demostrar que jugar en El Teniente sea una complicación para todos los rivales y que esa energía se traspase a los jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, nos llevamos estos espectáculos nefastos y tratos disparejos que perjudican y alejan a la gente de O'Higgins de su cancha.

En Rancagua los hinchas siempre responden, más en partidos como el del domingo, pero no podemos seguir intentando ser locales. Somos locales y al hincha de nuestro club se le tiene que respetar y otorgar las condiciones mínimas para que no sea tortuoso ir a ver al club de sus amores. 

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